El futuro de los Recursos Humanos reside en la expansión de su enfoque con el fin de abarcar la totalidad de la fuerza laboral, en la extensión de su influencia al ecosistema empresarial en su conjunto.
Para satisfacer sus cambiantes necesidades en el mundo empresarial, los Recursos Humanos deben ir más allá de la función administrativa, deben convertirse en una pieza central y fundamental de la organización e influir en su activo más poderoso: las personas que forman parte de ella.
En el nuevo mundo del trabajo, la base de los Recursos Humanos debe estar en un mayor enfoque y en una influencia extendida y exponencial.
Debe producirse una expansión de la responsabilidad de los RRHH. Esta expansión debe centrarse en dos dimensiones distintas: alcance de la influencia y áreas en las que hacer foco. Los RRHH necesitan extender su alcance de influencia más allá de las líneas tradicionales de su función (visión más administrativa) a la empresa y al ecosistema en su conjunto (visión más estratégica). Deben ampliar su enfoque desde los empleados a la organización y, en última instancia, al trabajo y a la propia fuerza laboral.
A pesar de estas barreras, el cambio hacia una influencia exponencial de los RRHH está en marcha en varias organizaciones. Muchas compañías ya comienzan a estar en la vanguardia del área al aplicar varias de las tendencias en la gestión de talento y personas. No se puede hablar de la experiencia del empleado sin comprender cómo esa experiencia impacta también a los clientes de la organización. Esta visión representa un cambio en la forma en la que las organizaciones piensan sobre los resultados de su trabajo. Es posible cambiar a un marco más holístico e inclusivo para el talento, incluido el talento interno y externo. Al hacer que la gente y la cultura funcionen de manera conjunta, los procesos, las prácticas y la elección de soluciones tecnológicas, garantizarán la coherencia de la experiencia para toda su fuerza laboral, con un fuerte impacto en la experiencia del cliente.